Entender el proceso de legitimación de
la institución de la monarquía es relativamente sencillo si tenemos en cuenta
el carácter sacralizado de ésta durante el Antiguo Régimen. Según el discurso
de este periodo, el rey es elegido directamente por Dios y de este punto emana
su principal fuente de legitimidad. Sin embargo, ¿cómo se legitima el rey
cuando el Antiguo Régimen desaparece? En este punto hay que hacer alusión a que
la institución monárquica deja de tener un solo elemento de legitimidad (Dios)
para pasar a tener varios aspectos con los que consolidarse.
Uno de los puntos con el que se
legitima la monarquía en el contexto del liberalismo es en la propia imagen del
rey o la reina y su familia. La imagen que proyecta la monarquía se convierte
en instrumento de legitimidad. Este motivo permite explicar que la negativa
imagen transmitida por Isabel II se convirtiese en un motivo para ser expulsada
en 1868.
Además de la imagen del rey y su
familia, también hay otros elementos, tales como el poder de la persuasión, que
se convierten en clave de la legitimidad de la monarquía liberal. La persuasión
es la capacidad del rey o la reina de hacer creer que la nación es su principal
preocupación. Ello puede ser cierto o no serlo, pero cierto es que es en eje
fundamental de la nueva legitimidad real.
A modo de conclusión de este apartado, es necesario resaltar la idea del interés de la institución real y su estudio, ya que a pesar de los años y las transformaciones que ha sufrido hoy, todavía,sigue existiendo.
A modo de conclusión de este apartado, es necesario resaltar la idea del interés de la institución real y su estudio, ya que a pesar de los años y las transformaciones que ha sufrido hoy, todavía,sigue existiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario